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El Largo Viaje desde el Rabinal

LA MUERTE

Escultura en masa-roca varilla y manta de cielo

180 x diam 110cm

Rabinal Achí es una obra literaria representativa de la cultura maya prehispánica. Fue declarada Obra Maestra de la tradición Oral e Intangible de la Humanidad, en 2005 por la UNESCO
El nombre original del Rabinal Achí, es Xajooj Tun que significa, Danza del Tun (tambor). es un drama dinástico de los Maya Kek’ , que data del siglo XV, y un ejemplo raro de las Tradiciones Pre-Hispánicas, En el se mezclan mitos del origen del pueblo Kek’chi' y las relaciones político-sociales del pueblo de Rabinal, Baja Verapaz, Guatemala, que son expresados por medio de máscaras, danza, teatro y música. Este drama sobrevivió en la clandestinidad desde 1625 hasta 1856, hasta que el sacerdote francés Charles-Étienne Brasseur de Bourbourg, lo tradujo, según la narración en Achí de Bartolo Sis.
La tradición oral y escrita es representada por un grupo de personajes, quienes aparecen en un escenario que representa aldeas Mayas. particularmente Kajyub’, la capital regional de los Rabinaleb’ en el siglo XIV. La narrativa se divide en cuatro actos, y trata el conflicto entre dos entidades politicas importantes en la región, los Rabinaleb’ y los K’iche’ , explica Alain Breton, en su libro Un drama dinástico maya del siglo XV.
Los personajes principales son dos príncipes: el Rabinal Achí y el K’iche Achí. Otros personajes son: El Rey de Rabinaleb’, Job’Toj, y sus sirvientes: Achij Mun, e Ixoq Mun, quienes representan al hombre y la mujer. La madre con plumas verdes es Uchuch Q’uq’, y trece águilas y trece jaguares, que representa a los guerreros de la fortaleza de Kajyub’. El K’iche’ Achí es capturado y llevado a juicio por haber intentado secuestrar a niños de Rabinaleb’ , un delito muy grave en la ley Maya.
El K'iche' Achi, con sus tropas destruyeron cuatro poblaciones Rabinaleb' y obligaron a sus habitantes a pagar tributos. Después de batallar días enteros, el rey k'iche' es capturado y llevado al palacio de Job'Toj, para ser juzgado.
Al cautivo se le permite ir a despedirse de su pueblo. Antes de su ejecución, se le concede bailar al ritmo del Tun con la princesa de Rabinal y disfrutar de bebidas reales. Hoy 500 años después, los Rabinaleb' creen que los espíritus de los guerreros muertos en esa batalla, que habitan en los montes circundantes, están presentes también en la danza.
Desde la colonización, en el siglo XVI, el Rabinal Achí ha sido representado durante la fiesta de Rabinal el 25 de enero. El festival es coordinado por los miembros de las cofradías, hermandades locales responsables de dirigir a la comunidad. Al tomar parte de la obra, los vivos entran en contacto con los muertes los rajawales, los antepasados que se representan con máscaras. Para los Achís del Rabinal moderno, el recordar a sus ancestros no es solo el perpetuar la herencia ancestral.

Es también una visión al futuro, el día en que ellos se reunan con sus antepasados.

Texto sobre la obra de Laura Elenes

El largo viaje desde el Rabinal

Allá donde se acuesta el sol, allá donde se abre la noche, allá donde el frío y la helada oprimen, donde desciende el huracán y el terremoto..."

Así se escucha la voz ancestral que viaja en el tiempo, atravesando silencios y distancias, permenado culturas e idiosincrasias, voz inexorable alguna vez emitida. Voz inquietante que se actualiza y se yergue a través de la obra de Laura Elenes en nuestro presente.


Aquí donde se acuesta el sol, aquí donde se abre la noche, aquí donde el frío y la helada oprimen, donde descienden el huracán y el terremoto.
La voz prehispánica vibra y resuena. Tiene resonancia perenne, presente y actual.
Sin embargo, no siempre encara frente a frente nuestro ritmo de vida. Se necesita alguien, con la sensibilidad de percibir estas voces y hacerlas sonar nuevamente en nuestro entorno, las atraiga y las concrete.
Laura Elenes se abre a este mundo ancestral y su capacidad de artista reverbera y capta los filamentos delicados pero al mismo tiempo indestructibles de nuestros antepasados. Blancos hilos de algodón cruzan los siglos y nos revelan el sentir más lejano  a través de limpios espacios azules y rojos: el arte se inserta en el tiempo y la resonancia de aquellas voces aparecen nuevamente aquí bajo el cielo, sobre la tierra.
El mismo cielo, la misma tierra, cientos de años depués, ven concretar  ocho sólidas esculturas que retoman un hecho imborrable: el Varón de los Queché, hombre de corazón y arrojo, debe pagar con su vida. 

Momento supremo en que el mundo está presente: La vida es todo inicio, La madre de las piedras preciosas la acompaña la primavera, la muerte la abraza siempre.
El varón del Rabinal ejecuta el destino inviolable con la fuerza que da la razón. Las fuerzas de la guerra actúan imperturbables y finalmente ...el sacrificado El varón del Rabinal vivo y el varón de los Queché sacrificado.
Momento otra vez supremo en que todo se eleva y se postra al mismo tiempo. La dualidad prehispánica se manifiesta: el inicio y el final se unen en un revolverse sin fin.
Los fragmentos se unen para volverse a desgarrar, la defensa ataca y las figuras suplicantes demandan.

Momento de creación, en que la autora siembra una señal inquietante: el varón de los Queché muere, pero lleva inequívocos símbolos de sacrificio y por lo tanto de resurrección.
Sacrificio y permanencia a otra vida, a otra manera de estar aquí bajo el cielo sobre la tierra.

LUCILLE WONG
Artista plástica
Ciudad de México

LA NOCHE DE KU KUL KAN 

80 x 80 cm Collage

Acrilico, mata de cielo y papel amate sobre fibracel

 Muestra de la obra que conforma la exposición
EL LARGO VIAJE DESDE EL RABINAL

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Obra a la venta  lauraelenes@gmail.com

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